Como les había
contando antes mi enana ha empezado el nido, va dos tardes a la semana. Empieza
llorando, pero solo dura unos minutos por el shock de separación y después está
feliz de la vida jugando y con una sonrisa de oreja a oreja cuando la recogemos.
Hoy me dijo que le gusto el colegio pero que le asusta un poco. Le pregunte si había
pasado algo, y me dijo aun con una sonrisa, que no, que solo se asusta un poco
y después juega con los niños. Sé que está en un buen nido, confío en las
profesoras y a partir de setiembre pasare unas horas ayudando en el nido así
como en el colegio de Tim.
Estas dos tardes
son especiales para Tim y para mí. Son dos horas y media en que podemos pasar
tiempo juntos, jugar, ver tele, comer y hacer actividades que en tiempos
compartidos no podemos hacer. Hoy trabajamos como tomar turnos y seguir
instrucciones. Elegí una actividad conocida por el pero quería que escuche lo
que le decía y siguiera mis instrucciones. Tenemos una hoja A4 con seis dibujos
de animales de granja y seis imágenes individuales de estos animales para que
los empareje. Pues en vez de hacer el trabajo de emparejar y se acabo, le pedí
diferentes cosas: donde está el animal que hace’ muuuuu’?, es este el gato? Y después
de identificar a los animales en la hoja A4, teníamos las imágenes individuales
de los animales de granja boca abajo y teníamos que usar nuestros poderes mágicos
para encontrar la imagen que representaba al perro, por ejemplo. A propósito me
equivocaba y trataba de que me pidiera que lo intente de nuevo. Tuvimos unos
bonitos momentos juntos y de ahí le dije a Tim que eligiera una actividad que haríamos
juntos. Tim decidió que quería jugar a las escondidas.
Las escondidas es
un juego muy simple, una persona cierra los ojos, cuenta hasta diez y busca a
la otra (o las otras) persona(s) que se han escondido. Lo que a primera vista
parece sencillo implica mucha explicación y demostración para un niño como mi
hijo. Pues hay que entender que hay que tomar turnos, que no siempre puedes ser
tu quien se esconde. También hay que pensar que hay que explicar que no te
puedes esconder en el mismo sitio siempre (aquí la lucha con la repetición de
acciones que gusta tanto a los niños con autismo). Hay que explicar que cuando
eres quien se esconde no puedes decirle a quien te busca donde estas escondido.
Son tantas las cosas que hay que explicar y explicar pero es mi propósito que
para finales del verano mi enano entenderá y sabrá jugar a las escondidas. Serán
unas buenas semanas de entrenamiento pero valdrá la pena cuando me cuente que
jugo a las escondidas con sus amiguitos. J
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Just as I told you some time ago, my little girl has started
preschool and goes twice a week in the afternoons. She starts off crying,
still, I guess it is still the shock of separation but then is very happy to go
off and play. She has the biggest smile when we pick her up. On the way back
she told me she liked preschool but gets a ‘bit scared’. I asked her if
something had happened but she still smiled and said ‘I just get a bit scared’.
I am confident she goes to a good preschool and have come to know the staff
pretty well by now. And from September onwards I will split my time between
helping out at preschool and helping at Tim’s ‘big’ school.
These two afternoons a week are special for Tim and me. Two
and a half hours where we can spend time together and play, watch telly, have
something to eat together and do activities we cannot do on a regular day as we
have to think about things Luna wants to do as well. So it is a good Tim&Me
time. Today we worked on turn taking and following instructions – so not playing
only on his agenda but someone else’s. I chose an activity he was familiar
with, matching activity with farm animals. On a big piece of paper we have six
farm animals and sic individual cards with each animal on them. Today instead
of matching I asked him to do different things: Tell me which animal says ‘moooo’,
is this the cat? (pointing at some other animal) And then we had the individual
cards turned over so he couldn’t see what they were. I said I would use my
magical powers to find the animals, for example, ‘is this the dog?’ (knowing it
was the cow) and got them wrong on purpose. I tried to encourage him to ask me
to try again. We had a lovely time
together. I asked Tim to choose what we would do next and he said he
wanted to play hide and seek.
Hide and seek is a very simple game, one person shuts her
eyes and counts to ten before looking for the other person (or people) that are
hiding. What at first sight seem simple poses quite a few problems for children
with ASD. A lot of explaining and
demonstration has to take place for him to understand the concept. There is
turn taking involved, explaining you cannot always be the one hiding and that
you cannot hide in the same spot all the time (part of the repetitive behaviors
with children with ASD). You also have to explain you cannot tell the one
looking for you where you are, as then there is no point in playing the game. There
are so many things you have to explain over and over again. It is my short term
goal that within the summer break I will be able to show my little boy how to
play hide and seek. We have a good few weeks of training coming up but it will
all be worth it when he comes home one day telling me about how he played this
game with his friends in school. J
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